Etiquetas

, , , , , , , , , ,

LA REVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS Y  LA CRISIS DEL SIGLO XVII

por

Héctor Linares González

Universidad Autónoma de Madrid

Hector.linares@estudiante.uam.es

crisis

La Crisis del siglo XVII

Estamos en un momento en los que se suele hablar de “Revolución de los precios”.   El oro como moneda y material era también una mercancía y estaba sujeta a la ley de la oferta y la demanda como mercancía que era. Cuando venían grandes cantidades de oro de América el valor del Oro bajó, pues había mucha cantidad de ese metal precioso.  Los precios subieron durante el siglo XVI.  Europa Conoció un aumento importante de población pasando de 80 y 100 millones de habitantes entre comienzos y mediados del siglo XVI. Conoció un aumento dela producción agraria, un proceso de expansión colonial… Todo esto acabó con una revolución de los precios, que llegaron a multiplicarse por 4. Esta subida tuvo una duración de unos 150 años (1500-1650). Nunca se había dado una situación así en Europa. El aumento de precios no fue similar en toda Europa ni para todos los productos. Su incidencia tampoco fuera misma. Algunos teóricos de la época como Azpilcueta y Brodino se preguntaron las razones que llevaron a este hecho y se las atribuyeron a la entrada fundamentalmente de plata de América y su posterior acuñación. Aparece aquí el comienzo de la explicación monetarista. Hamilton y Keynes apuntaron que este flujo de metal precioso no sólo activó el comercio, sino que depreció el valor de la moneda. Para estos autores el resultado fue de aumento de precios, que crecen de forma más rápida que los salarios, lo que provoca un aumento de los beneficios que según ellos abocó a Europa al desarrollo del capitalismo que se habría retrasado en algunos lugares como España ya que aquí la inflación habría sido menor que en el resto de Europa. Se intenta cuantificar todo esto mediante la ecuación de Irving Fisher, que en su forma simplificada dice que el precio de los mercados (P) por la cantidad de bienes intercambiados(Q) es igual a la masa de moneda existente (M) por la velocidad de circulación de la misma (V). El precio de los productos es directamente proporcional al uso de la moneda por su velocidad de circulación e inversamente proporcional a la cantidad de bienes intercambiables. En el ámbito europeo, el
precios no se distribuyó de igual
comenzando por España. Esto es una contradicción ya que el mundo que debía irradiar este aumentó sería el receptor de moneda, es decir España. Inglaterra y Suecia suben los precios desde el año 1500, antes de que se sintiesen los efectos de la llegada de metal. En Italia el aumento de precios más importantes será entre 1552 y 1560, también con anterioridad a la llegada masiva de metal americano. En España de inflación fue más fuerte en la primera mitad del siglo XVI, con una tasa de aumento anual de precios del 2,8% mientras que la segunda mitad fue del 1,3%. Esto también están contradicción con la llegada de metal, que fue justo al revés. Esto obligó a buscar explicaciones más complejas que la puramente monetaria, que de todos modos continuará siendo importante.

morineau

Gráficos de llegada de materiales preciosos elaborado por M. Morineau para desmontar la teoría de Hamilton.

La visión monetarista acepta que la economía del siglo XVI funcionaba con leyes económicas similares a las nuestras, con un mercado de oferta y demanda, cuando en realidad la penetración de ese mercado era muy limitada en ambientes familiares donde el autoconsumo y la autarquía son importantes. En este sentido se recurre a otra serie de variables, como el impulso poblacional que ejerce una presión importante sobre los recursos -especialmente los climáticos- y que a la postre provocan un aumento de precios. Al igual que en el siglo XIII, el aumento de población obligó a cultivar tierras de peor calidad, marginales, que sólo eran rentables a un alto costo. Esto hace crecer la oferta de alimentos muy lentamente dada la insuficiencia tecnológica. Uno de los fenómenos más importantes de la economía del siglo XVI fue la llamada Revolución de los Precios, es decir, el crecimiento sostenido de precios y salarios durante todo el siglo. En la Revolución de los Precios fue esencial la llegada masiva de oro y plata desde América que hizo aumentar la masa monetaria. Sin embargo, también fue importante el aumento de la demanda por el crecimiento demográfico. La Revolución de los Precios fue muy perjudicial para la artesanía española, pues el ascenso de los precios la hacía poco competitiva en el exterior. Además la Corona no llevó a cabo inversiones productivas sino que sus gastos eran suntuarios y bélicos. El oro y la plata americanos terminaban en manos de banqueros extranjeros de manera que el capital en España siguió siendo escaso. La mentalidad española era rentista y poco inclinada a hacer inversiones. La política de la corona fomentó el desvío de capital hacia el préstamo con interés (juros). Las causas que motivaron el desarrollo del capitalismo comercial durante la Edad Moderna son bastante debatidas, había técnicas, las siguientes:

  • Los Préstamos; Que se realizaban mediante organismos como; Los Montes de Piedad y los Bandos de Préstamos.
  • Transferencias de crédito. Letras de cambio y cheques, de origen italiano.
  • Bancos de depósito: Rialto de Venecia (1587), San Ambrosio de Milán, del Espíritu Santo de Roma, Wisselbank de Ámsterdam (1609), bancos de cambio de Hamburgo (1619), Nuremberg (1621), Delft (1621), Rotterdam (1635), Estocolmo (1656), san Petersburgo (1769). Bancos públicos, que emiten billetes: Banco de Inglaterra (1694), Banca Real de Escocia (1727), Banca de Copenhague (1736), la Banca de Prusia (1765), el Banco de san Carlos (1782) en España y el Banco Federal de Estados Unidos (1783). Solamente Francia carecerá de un banco de estado. Los principales centros bancarios son Ámsterdam en el XVII y Londres en el XVIII.

 La Crisis del s. XVII y el impacto desigual

La crisis del siglo XVII  es llamada por la historiografía del siglo XX como “la crisis general”. El tratamiento de esta crisis ha sido una tarea muy ardua y complicada, con distintos enfoques y teorías.  El por qué de una crisis general lo encontramos en que esta afectó a la gran mayoría de los campos, la economía, la política, las relaciones sociales, el pensamiento religioso, el comercio,  la producción agrícola y la demografía.  Es un periodo lleno de dificultades que no deja de ser paradójico que se encuentre entre el siglo XVI y siglo XVIII que eran épocas no demasiado malas. En cuanto al significado de la crisis, algunos autores piensan que puede ser una recesión prolongada, como apunta Morineau, otros piensan que es una gran reconversión, y otros que es un cambio brusco de carácter coyuntural. Según las teorías que sigamos podemos incluso pensar que el siglo XVII no tuvo crisis alguna. Los indicadores de esta crisis son los antes citados, esos campos en los que se produce un retroceso o un enorme estancamiento, pero veremos que eso no es así del todo. Por ejemplo la industria textil tuvo grandes problemas en España, Francia, Países Bajos, Italia y Reino Unido, pero en el caso de Italia se produjo más bien una reconversión industrial al pasar de la manufactura del paño a la de la seda, que la convirtió en el principal exportador de seda de Europa. En España la crisis textil fue muy grande pero con la caída de la industria en Castilla se fomentó la de Valencia y Barcelona, lo que hizo que no fuera todo un gran agujero negro. En cuanto a Reino Unido y Países Bajos la crisis textil no fue tan grande por tener una gran cantidad de mano de obra y material, eso si, la de los Países Bajos quedó  relegada a la aristocracia, dado que se dedicó a la tela de alto nivel.  En la demografía vemos que hay un estancamiento de la población, no sube. La productividad de la tierra cae y no se recupera en muchos sectores, salvo en Inglaterra y los Países Bajos, donde con el sistema de abandono del barbecho y la planta forrajera se gana mucha productividad. El mundo del comercio y las finanzas también tuvo una gran crisis, debido también a la entrada menor de materiales preciosos desde América. Según Hamilton  la crisis tiene un correlato con la entrada menor de capitales desde América y de materiales preciosos, eso daña la economía europea. Pero todos estos indicadores son revisados de una manera precisa y se puntualizan y corrigen en muchos sentidos. Uno de los autores que puntualizó sobre la situación es Morineau quien piensa que la entrada de materiales preciosos en Europa no se estanco, siguió en marcha pero quizás sin un gran crecimiento, pero jamás se vio privada la economía de la entrada de los materiales preciosos.  Este piensa que  el estudio de Hamilton es incorrecto dado que no demuestra los elevados niveles de fraude que se producían en la época, Morineau busca en otros documentos como  las gacetas mercantiles.  Este autor piensa que no se puede hablar de una crisis del siglo XVII sino de un gran periodo de recesión.   La crisis, si es que la fue, fue desigual en los territorios y en los distintos campos. La crisis comenzó antes en los entornos del Mediterráneo y terminó antes ahí también, está se fue desplazando al norte, que llego más tarde.  En lugares como Inglaterra no podemos hablar de crisis, solo de algunos problemas en su industria y en su tejido productivo, pero no hubo demasiados problemas, igual en Provincias unidas. En Europa Mediterránea y en la Europa Oriental es donde estuvieron la gran cantidad de los problemas, sobre todo en Europa Oriental donde la agricultura no se recuperaría hasta el siglo XVIII. Podemos ver que el campo en el que la crisis más incidió fue en la agricultura. Además dentro de los campos también había desigualdades, un ejemplo es el sector que hemos hablado antes, no es la misma crisis la pañera de Italia que la de castilla.  Morineau piensa que el hecho de que no se hable de crisis tiene un efecto “libertador” dado que permite apreciar mejor los procesos que se llevaron a cabo, lejos de una visión ominosa de la situación.  Tenemos que ver que en muchos casos la crisis fue un proceso de limpieza, se quito de en medio las industrias poco productivas, se reconvirtieron otras, y se aumento la productividad después de la crisis, no todo fue malo.  Se produjo una diversificación del sector de la industria y supuso además la basculación del poder del mundo mediterráneo a una hegemonía de la Europa Noroccidental, que creció demográficamente y lideró el proceso de urbanización.

  Crisis de la sociedad rural e inicios de las transformaciones agrícolas.

El sector agrario fue el que peor salió de la crisis del siglo XVII. En el caso de la producción de los cereales cayó de una forma estrepitosa, en los mejores momentos del siglo XVII se llegaron a niveles del siglo XVI, es decir, una productividad muy mala.  Se produce un estancamiento de la producción. Es en la Europa Noroccidental donde el estancamiento y la caída de la producción es menor, donde incluso hay etapas de recuperación  a mediados del siglo XVII.  En cuanto a Inglaterra, solo fue durante el periodo de la guerra civil cuando se produjo una crisis de la productividad agraria.  En el área mediterránea la regresión productiva fue más temprana  y después experimentó una leve recuperación. En Castilla se produjo una regresión, en el literal fue muy leve y en Cantabria incluso hubo una buena productividad.

Es en Europa Central donde la crisis es de gran gravedad, hasta el siglo XVIII no se produce la recuperación.  Las explotaciones agrícolas también sufrieron un leve retroceso. El descenso de la productividad llegó al 17% en Europa Oriental, del 18% en Alemania y en Inglaterra un 13%, además como caían los precios los problemas de la explotación agraria aumentaban.  Solo el área noroccidental sufrió una mejoría considerable, cuando los precios aun seguían el alzas, de ahí que la desecación de los Polders de los Países Bajos  la crisis del mundo rural. omunales para incrementar sus propiedades señoriales. esto   Todo para incrementar su apropiaci el I fuera de una gran intensidad en esa fase.   Pero si con el estancamiento de la producción el panorama era sombrío hay que sumarle los mecanismos que usaron los señores para garantizar sus beneficios.  Todo para incrementar su apropiación del producto agrícola.  Ocuparon los bienes comunales para incrementar sus propiedades señoriales. Esto agudizó la crisis del mundo rural.  Esta presión ejercida por lo señores se le sumo la del estado que subía los impuestos por los motivos bélicos y por la construcción del absolutismo. En Europa central esta crisis se agudizó en extremo por las medidas de  los señores. Los señores acabaron con las pocas tierras de uso comunal que poseían los campesinos. Se produjo una agrupación del poder y propiedad de la tierra en un grupo selecto de la aristocracia rural.  Esto hizo que el proceso de servidumbre se fortificará, algo que ya se venía dando desde el siglo XV.  Además con la excusa de la guerra los señores se hicieron con todo el poder, y dieron al campesinado aun más trabajo, les aumentaba el numero de horas de corveas, todo para tener un mayor beneficio. Todas estas actuaciones lo que hacían eran empeorar la situación de productividad y de la vida del campesinado.  En Europa Occidental el campesinado también estaba endeudado, es cierto que no había esclavitud como en la Europa Oriental por la crisis demográfica del siglo XIV, pero la situación también empeoró porque el señor vivía de una renta fija y con la variación  de los  precios y la baja productividad se vieron perjudicados y tenían que buscar beneficios por otros medios.

sistemanorfol12

Sistema de cultivo cuatrienal sin barbecho del Condado de Norfolk

En Inglaterra se produjo la desaparición del campesinado pequeño tras 1660. Se quitaron las trabas feudales que hacían que todo el poder de la tierra no pudiese estar solo en unas manos, además se empezaron a cercar las tierras, desaparecieron los espacios comunales de los campesinos. La presión de estos propietarios que  administraban con mayor eficacia la tierra, fueron los arrendatarios quienes introdujeron las mejoras en sus tierras para poder escapar de la caída de los precios mediante un aumento de la productividad. Los vínculos que existían con los Países Bajos hicieron que la tecnología y los métodos que allí se usaban pasaran a darse en Inglaterra. Se eliminó el barbecho y se dio importancia a las plantas forrajeras las cuales daban de alimento a los animales y fertilizaban la tierra. El cereal quedó en segundo plano y los cultivos intensivos aumentaron. Esto favoreció un incremento de la producción del cereal. La política del gobierno también fomentó este modelo en todo el estado. Esto produjo que Inglaterra llegase a autoabastecerse a finales de la centuria.  El resto del continente la respuesta a la baja productividad tuvo una respuesta más tradicional. El cereal seguía teniendo su papel de protagonista en la agricultura. Solo se hicieron pequeños ajustes. La reducción de la producción afectó sobre todo a los cereales panificables. Mientras que el centeno y la avena se mantuvieron mejor por el hecho de que podían destinarse a la alimentación ganadera. La mayor innovación en materia del cereal fue la difusión del maíz. Se había difundido desde el siglo XVI, en Galicia. Tenía una gran productividad. Y como se podía insertar en sistemas de rotación de cultivo se pudo abandonar el barbecho. Dio buenos resultados en las explotaciones campesinas. Otro nuevo cultivo fue el arroz, en Italia se dio mucho. Daba mucha productividad también. También se dio el cultivo de la morera en Francia y en Italia, lo que llevo también a la producción de la Seda. Finalmente la viticultura se fomentó mucho en Francia. La crisis hizo que se produjera una enorme diversificación del sector agrícola  y sentó las bases de la especialización regional.

Causas y naturaleza de la crisis del Siglo XVII.

grafico crisis

Esquema acerca de la crisis económica del siglo XVII en Europa

Durante la segunda mitad del siglo XVI culmina el Europa un largo proceso de expansión económica. Se pasa a una situación conflictiva que ha permitido hablar de una crisis del siglo XVII.
Una de las primeras interpretaciones dadas a la crisis desde una perspectiva económica aunque también social, es la dada por Hobsbawm en 1955. En uno de sus artículos plantea la existencia de indicadores que apuntan a una recesión del ritmo expansivo precedente. Él explica esta recesión: la sociedad del momento era todavía eminentemente feudal, pero en ella se habían desarrollado ya elementos de tipo capitalista. Esta descompensación habría supuesto un obstáculo a la continuidad de la expansión. La situación había sido especialmente complicada en el sur y el este de Europa: Portugal, España, Polonia, Rusia… Solo al norte de Europa, en Holanda e Inglaterra, el cambio de esta estructura había provocado una rápida transformación en la sociedad que les llevó en el siglo XVII a un rápido desarrollo capitalista. El planteamiento neomaltusiano también intenta explicar la crisis del siglo XVII por medio del desfase entre recursos y población.
Otros autores son muy críticos por lo que respecta a la existencia de una crisis generalizada en el siglo XVII. Según ellos lo que se dio fue una sucesión de malos momentos que se alternan en el espacio. No fue una recesión ni uniforme ni prolongada. Además estos autores matizan el concepto de crisis generalizada. Afirman que ésta época no fue claramente conflictiva en relación con épocas anteriores y posteriores. Algunos autores que afirman que sí existe crisis lo que hacen es analizar la demografía. Explican que a finales del siglo XVI hubo un frenazo en la expansión demográfica que incluso en algunas zonas se vuelve recesión. Pese a la recuperación de la población de la segunda mitad del siglo XVI, el crecimiento sería muy bajo todavía a finales del siglo XVII. Autores que analizan la producción y llegan a conclusiones muy semejantes analizando los libros  que recogen la serie de diezmos. Teóricamente estos diezmos respondían a un 10% de la cosecha y tenían que ser entregados a las iglesias. Así se puede estudiar la evolución de la cosecha año tras año: en la Europa del sur hubo una trayectoria de quiebra en la producción agraria durante el siglo XVII.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL:

FLORISTAN. A.   Manual de Historia Moderna Universal. Ariel Historia. Barcelona. 2004.

TREVOR-ASTON. H. Crisis en Europa ( 1560-1660). ( Múltiples ediciones).

HOBSBAWM.E. En torno a los orígenes de la revolución industrial.  ( Múltiples ediciones).

PARKER. G. El Siglo Maldito. ( Múltiples ediciones).

PUEDE INTERESARLE: 

Video acerca de la crisis de la Monarquía de España del siglo XVII. Una parte interesante de la historia nacional en el enclave de la crisis del siglo XVII.  Fue el Dr. Elliot el que trabajó mucho sobre la crisis y decadencia de España en el siglo XVII.

ARTÍCULO REALIZADO POR:

Héctor Linares González.  Director del Blog.

Héctor Linares González.
Director del Blog.